Ya es viernes; entramos de lleno en un fin de semana frío, gris, lluvioso....
un fin de semana de esos en los que sólo apetecen tardes de sofá con una manta calentita, una buena película o un buen libro, un cafecito o un chocolatito...
¿Qué hacer cuando nos apetece hacer un bizcocho y vemos lo que tenemos en casa para prepararlo?
Pues coger ese trozo de zanahoria que nos ha sobrado, esas manzanas que nos han traído de la aldea, un puñado de las nueces de estas navidades que todavía no hemos acabado y aderezarlo todo con un pelín de canela.
Resultado.... un bizcocho delicioso, húmedo y muy muy esponjoso
que me hace pensar que quedaría estupendo en una tarta con una rica crema de queso!!
Si hay algo que personalmente me encante de la Navidad y que en el resto del año se ve menos, es la cantidad de detalles que se tienen con los demás porque sí.
No son cumpleaños, ni celebraciones en las que te ves en el compromiso de dar un regalo; si no que eres tú el que quiere tener un detalle con esa persona simplemente porque te apetece.
Y eso es muy bonito.
En este caso hubo alguien que quiso tener un detalle con otros, con estos miniturroncitos!
Y mientras no para y no para de llover; yo sigo con otra clase de polvorones, en este caso...
los nevaditos!!
Esos pequeñines que se pueden encontrar durante todo el año, pero que desde hace tiempo son característicos de la Navidad.
Aquellos que únicamente llevan de dulce el azúcar glas que los cubre; pero que si no se quieren dulces, basta tan sólo con sacudirlos un poco y quitarles su capa de nieve...
Que divertido es hacer tartas de cumpleaños; pensar en lo que realmente le gusta a la otra persona, cómo puedes transformar ese detalle, esa afición en un regalo especial y único para ella.
Como podréis deducir al observar la tarta, el cumpleañero es árbitro y le encanta el Celta de Vigo, y aunque este fin de semana no le pudieron regalar una victoria frente al Madrid su novia le ha sorprendido con esta tarta, con la que estoy segura de que le habrá arrancado una sonrisa!!
Las fiestas navideñas llegaron a su fin, poco a poco volvemos a nuestra rutina diaria y ya empezamos a ver cositas de San Valentín; no hay manera de que, entre fiesta y fiesta, nos den un respiro.
Pero no hace falta que sea San Valentín para dar o recibir regalos hechos con el corazón, cualquier detalle hecho con cariño siempre triunfa, en cualquier ocasión, y por eso esta cesta navideña y su gemela han sido un éxito!!
Finalizar el año cambiando rápidamente en el último momento la decoración de la tarta que tenías ya lista para la cena porque la lluvia y la humedad de estos últimos días destrozó todo el trabajo que tenías preparado acaba siendo una anécdota más; pero... ahora la lluvia nos ha dado una pequeña tregua para meternos de lleno con los últimos regalitos y los roscones de reyes!!